viernes, 31 de agosto de 2012

Poemas "Camperos"

Poema: El caldén
Foto cedida por el fotógrafo Fabián Muñóz Docampo
Un altivo señor de la llanura,
un caldén milenario que en la entraña
guarda la historia de La Pampa ruda,
hosco y gallardo en la extensión callada,
desafiando las iras del Pampero
se levanta – vigía del pasado –
en el yermo que el noble chacarero
transformó con la reja del arado.

El sólo quedó en pie. Fuerte y salvaje,
afianzando en raigambre vigoroza,
viendo cómo maduran los trigales
al calor de la tierra generosa.

El sólo quedó en pie. Fuerte y salvaje,
afianzando en raigambre vigorosa,
viendo cómo maduran los trigales
al calor de la tierra generosa.

El sólo quedó en pie. La selva entera
bajo el golpe del hacha fue abatida
y la verde y ufana sementera
suplantó a la maleza primitiva.

El sólo quedó en pie. Mudo testigo
de las épocas bárbaras y hostiles
en que del bosque virgen al abrigo
celebrara la tribu de sus festines.

¡Cuántas veces sus ramas
retorcidas
erizadas de algunos espolones
hubieron de vibrar estremecidas
el tropel de los bárbaros malones!
y a su sombra tendió la toldería
sus quillangos de potro y de guanaco.

Atalaya del llano, las tormentas
desatan la violencia en su ramaje,
que destaca su rígida silueta
en el fondo uniforme del paisaje.

En el amplio escenario de La Pampa
barrida en los vientos impetuosos,
es bizarra y austera pincelada
su revuelta melena celoso.

Y en las noches obcuras y malditas,
cuando ruge bravío el huracán,
en sus frondas parecen darse cita,
el alma del cacique Baigorrita
y el espectro feroz de Cayupán.



 De Motivos de La Pampa, poemas camperos, Santa Rosa, Noviembre de 1935 

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