La
Leyenda del Caldén (huitrú)
(Por
Alicia V. Villapol de Cardoso - Icha)
En una pacífica tribu ranquelina mapuche, de las tantas que habitaban LA
PAMPA vivía Huitrú, un peñí que correteaba como todos, por esta mapu que le
pertenecía.
Fotógrafo: Fabián Muñoz Docampo |
Era hostil y rebelde y, aunque pequeño, se daba cuenta de las penurias,
sufrimientos y persecuciones de las que eran objeto.
Fue creciendo. Se convirtió en un joven fuerte y valeroso, con un solo
ideal defender a su raza de las opresiones. Por esta causa fue perseguido y hostigado
por sus caiñé.
Un día, al resistirse al saqueo de la toldería, fue capturado y mostrado
como trofeo por sus adversarios, llevándolo lejos del lugar.
Esa misma noche, amparándose en la oscuridad reinante, logró escapar
para buscar ayuda en otras tribus cercanas.
Cuando sus caiñé notaron que el indómito y bravo joven se había fugado,
comenzaron a perseguirlo.
En su huida, Huitrú no se dio cuenta que se internaba cada vez más en el corazón del monte pampeano. En un momento se encontró enredado en unos bajos y enmarañados arbustos, y por más que luchó no pudo desligarse de sus ataduras.
En su huida, Huitrú no se dio cuenta que se internaba cada vez más en el corazón del monte pampeano. En un momento se encontró enredado en unos bajos y enmarañados arbustos, y por más que luchó no pudo desligarse de sus ataduras.
Estaba sediento. Su cuerpo sangraba por las heridas que habían provocado
las ramas y las relín. Su mollfun iba filtrándose en el suelo y atándolo cada
vez más.